
La Salsera Mágica
LA IDEA: Una obra de teatro musical enmarcada en la narrativa fantástica. Plantea varias escenas alteradas por la presencia de un objeto mágico, una pequeña jarra blanca de porcelana cuya finalidad es verter salsa en una vajilla refinada, digna de una cocina sofisticada. El mero objeto nos sitúa ya en un contexto occidental y burgués. Sin embargo, veremos como va cambiando de finalidad, ubicación y de dueño; cómo aparece en momentos decisivos para los protagonistas (un chico y una chica contemporáneos, graciosos, bondadosos, pero excesivamente egocéntricos y dubitativos como para que florezca entre ellos el amor adulto) y cómo pierde su magnetismo y excepcionalidad en el momento en que los mismos, finalmente, se encuentran. La magia, sin esa finalidad, queda desactivada.
PROTAGONISTAS: La joven en abstracto, cuyas cualidades se despliegan en tres diferentes avatares: una camarera en una casa adinerada de Francia en época victoriana, una profesora de yoga en la India y una coleccionista española compradora de objetos antiguos de segunda mano, -no sabemos si por fetichismo o por trabajo-. El joven en abstracto, desglosado también en tres encarnaciones: camarero en la misma casa, alumno de yoga en la misma clase, policía secreta en el mismo mercado. Habrá personajes auxiliares que posibiliten el mero desarrollo de las mini-tramas, así como un coro que facilita los cambios de escenario además de corear las emociones que justifican esos cambios y bambolean sin misericordia a los personajes. El coro es el representante del público en escena.
HILO CONDUCTOR: La salsera cobra vida en momentos en los que el cambio de carácter o comportamiento de los personajes principales es posible; la salsera bien puede volverse invisible, moverse sola, saltar, cualquier cosa con tal de llamar su atención; funciona a modo de “advertencia” si no divina, cósmica. Será la reacción de ellos ante esa realidad cambiante e inexplicable la que posibilite -o no- su ansiado cambio.

